Por Sebastián Robles
Este miércoles se realizará, en el Centro Cultural Matienzo, la presentación conjunta de los libros publicados durante 2013 en la Exposición de la Nueva Literatura Rioplatense, un proyecto editorial llevado adelante en conjunto por las editoriales Milena Caserola y El 8vo. Loco. Conversamos con Luciana De Luca, egresada del programa formativo en escritura narrativa de Casa de Letras y autora de Las fiestas no son para los niños, uno de los libros que integran la presentación.
¿Qué afinidad podés encontrar entre los autores y autoras ya publicadas? ¿Existe un vínculo generacional que trascienda al hecho de formar parte de este proyecto?
Como editores, Ana Ojeda y Juan Marcos Almada me dicen que no existe ningún vínculo generacional buscado entre los autores de la Exposición. Lo que los une es que son escritores en actividad, es decir, que están escribiendo y publicando hoy, la mayor parte de las veces aquí, en Buenos Aires. Más que afinidad, yo hablaría de heterogeneidad. Lo que busca la Expo es abarcar la mayor cantidad de propuestas estéticas, temáticas, experimentales, dentro del terreno de la narrativa. Así, no es la coincidencia lo que perseguimos, sino la multiplicidad, la proliferación de tonos, grises, medias tintas.
Como autora coincido con los editores. Y en cuanto a la afinidad: la hay, de hecho. Somos escritores escribiendo, en actividad, inquietos, en algunos casos debutantes (es el mío, por ejemplo: soy autora solista por primera vez). Buscando lectores, haciendo obra mientras vamos haciendo todo lo demás.
Contanos brevemente cómo fue el proceso de escritura y publicación de Las fiestas no son para los niños.
Fue un proceso de años. Muchos. Pasé por muchas etapas, entre ellas la de pensar que jamás iba a editar un libro propio. Cuando Ana Ojeda me escribió pasé del escepticismo a la euforia.
Lo que me llevó años fue, pienso, encontrarme, encontrar una voz con la que pudiera sentirme cómoda. Fue crucial para mi trabajo haber pasado por Casa de Letras. Y la colaboración, como editores y tutores, de Damián Ríos y Mariano Blatt, que me ayudaron (durante mi primer puerperio) a armar lo que terminó siendo este libro. Las fiestas no son para los niños es un libro muy deseado, querido. Es, creo, un poco aventurero: es deudor de la poesía y de la prosa. Puede ser una novela o un libro de cuentos.
¿Qué otros libros se presentan este miércoles en el Club Cultural Matienzo?
Se presentan también los libros de mis compañeras (todas las chicas) de esta tanda: Hasta las seis hay tiempo, de Carolina Bugnone; Ball Boy, de Tatiana Goransky y Amalia, de Mariana Kozodij. Y contamos con la ayuda de las chicas de la la primera tanda de la Expo: Gilda Manso, con Temple; Pía Bouzas, con El Polaco; Ana Ojeda, con La invención de lo cotidiano.