Por Sebastián Robles
Alberto Chaile es escritor, de Calafate, alumno de nivel II de la Escuela de Escritura Online de Casa de Letras. Recientemente publicó y presentó en su tierra natal el libro Pequeñas historias en el inmenso sur, escrito en colaboración con Nuno Mancilla. Dos autores narrando el paisaje que los rodea, casi dialogando entre sí. En el prólogo, Héctor Ossés señala: “El hombre común tiene límites que no puede traspasar”. Esa es la sensación que transmiten, de algún modo, los relatos de este libro. Conversamos con Alberto Chaile al respecto.
¿Cómo surge la iniciativa de editar el libro Pequeñas historias en el inmenso sur, escrito en colaboración con Nuno Mancilla?
La iniciativa de hacer algo juntos fue de Nuno. Él venía buscando la manera de publicar sus trabajos, cuyos textos llevaban bastante tiempo guardados en algún cajón de su escritorio. En un encuentro casual, pude compartirle -para que leyera- una antología, que incluía cuentos míos. Al otro día me llamó y me dijo que él también tenía algunos escritos y que quería que yo los leyera, para ver si podían ser publicados. Le respondí que sí, que me acercara los textos, sin saber aún que, con ello, estábamos dando el primer paso para lo que luego terminó siendo un libro. Cuando empecé a tipear los textos manuscritos de Nuno, empecé también a imaginar la posibilidad de concretar la publicación delos mismos. Después llegó la propuesta de que acompañara sus escritos con cuentos de mí autoría, propuesta que resultó todo un desafío, que -por suerte y con mucho trabajo- pude afrontar.
Tanto en tus intervenciones como en las de Nuno Mancilla, se advierte una necesidad de “contar” el paisaje, como si fuera un personaje más en los relatos. ¿De qué manera creés que actúa esa inmensidad del sur, a la que alude el título del libro, sobre las situaciones y personajes?
Creo que, como dice Ossés en el prólogo del libro, cuando hablamos de escritura en la Patagonia, “los ojos del hombre común, del cronista, del narrador, no tienen anchura suficiente para aprehender la inmensidad” y que, quizás, muchos de los cronistas, que desde Pigafetta, en 1520, a la fecha, llegaron y llegan a ella, lo hicieron y lo hacen, arrastrando cierta vocación conquistadora, que pareciera imponerles la obligación de abarcar, en sus trazos narrativos, todo lo que la Patagonia representa. En cambio, muchos de los que hoy escribimos, habiendo nacido en ella, lo hacemos sin esa impronta, ni semejante propósito; lo hacemos, tal vez, asimilándonos a un paisaje del que nos sentimos parte y que respetamos. No digo que estemos resignados frente a la imposibilidad de abarcarlo, pero sí que, cuando escribimos, lo hacemos desde la aceptación de que todo lo que -en el imaginario- representa la Patagonia, puede más que cualquier palabra.
¿Cómo fue la experiencia de presentar el libro en Calafate?
Hermosa. Muy emotiva. Superó con creces nuestras expectativas. Habíamos pensado en un encuentro, rodeados de amigos, y terminó siendo un importante evento comunitario, con una amplia participación de vecinos y de mucha gente de nuestra comunidad que se interesó por el libro. Muy motivadora también. Es difícil de explicar lo que se siente cuando uno levanta la cabeza y se encuentra con una larga fila de personas esperando, con su libro bajo el brazo, para llevarse una dedicación, o lo que representa el ser receptores de tantas muestras de aprecio y deseos de leer las Pequeñas historias en el inmenso sur.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Ya está lista la nouvelle Laberinto, un trabajo literario que va a ser presentado, junto a otras novedades de la Editorial De los Cuatro Vientos en la Feria del libro. Sigo publicando, con el apoyo de María Steibel, los cuentos artesanales. Llevamos tres cuentos editados y ya tenemos el cuarto en preparación. Un cuento por mes hasta completar los doce, con una edición limitada de cien ejemplares por cada cuento. Al finalizar el año, pienso-como parte de un nuevo libro- publicar los doce cuentos artesanales.A la vez, esta tarea de publicar por nuestra cuenta, es parte de un proyecto de sello editorial local en el que estoy trabajando y que ha interesado a algunas personas de mi ciudad que desean ver publicados sus escritos.
Por otra parte, continuar cursando Narrativa II en la Escuela OnLine de LaCasa de Letras, para seguir incorporando herramientas que me ayuden a transitar, lo mejor posible, este camino de la escritura.
Presentación de Pequeñas historias en el inmenso sur