Desde el año 2005, Casa de Letras lleva adelante una actividad de narración oral en escuelas, subvencionada por FV dentro de su programa de responsabilidad social empresaria. Dicha actividad consiste en concurrir semanalmente a seis escuelas de Villa Rosa (Pilar, provincia de Buenos Aires) a narrar cuentos a chicos de primero a sexto grado de primaria y secundaria básica.
Habitualmente concurre un grupo de narradores, en su mayoría formados en Casa de Letras: Victoria Minoian, Mirta Desinano, Juan Pablo Sasiaín, Norma Escudero, Silvia Heller, Reni Sachs, Patricia Aurelio, Iorgo Giougas, Laura Ratto y Silvia Romano. Los relatos forman parte de un repertorio muy amplio, que va desde la mitología griega hasta los cuentos urbanos. Siempre que sea posible, el trabajo es realizado en forma conjunta con las bibliotecarias de las distintas escuelas. Esto se debe a que uno de los efectos de la narración oral en los chicos, no propiciados en forma directa, es una avidez mayor por la lectura, por pedir prestados libros en la biblioteca, por buscar otros cuentos de un autor narrado dentro del programa. La finalidad de esta actividad es generar un espacio recreativo y afectivo, más vinculado a lo lúdico que a lo pedagógico.
En el día de ayer se realizó una visita a las escuelas con el propósito de tomar contacto directo con sus autoridades para que nos referenciaran cómo va el programa y si está alineado con los objetivos de la escuela. De parte de FV concurrió Berenice Franco, supervisora de Relaciones Laborales, encargada de Responsabilidad Social. Por el lado de Casa de Letras estuvieron presentes Blanca Herrera, una de sus directoras, y Reni Sachs, coordinadora del programa.
Uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los docentes de estas escuelas es la dificultad en la expresión oral de los chicos, acostumbrados a los videojuegos y al escaso diálogo familiar. En algunas de las escuelas el grado de violencia es preocupante, y el tema se vincula directamente con la circulación de droga que hay en los barrios donde se encuentran situadas. Otro de los temas a considerar es el vincular, la relación interna de los alumnos con sus familias, amistades y grupo afectivo. De la conversación con docentes y autoridades de las escuelas, se llegó a la conclusión de la necesidad de reforzar el trabajo, dentro del repertorio de los cuentos narrados, con temas que ofrezcan una contracara a la violencia, evitando las bajadas de línea. También se conversó acerca de la posibilidad de ampliar el universo de chicos narrados, dándoles formación de narración oral a los maestros, para que ellos mismos puedan incorporar la herramienta dentro de la cursada.
El lenguaje narrativo ofrece la posibilidad de abrir universos nuevos a la imaginación de los chicos. Todos los narradores que asisten habitualmente a las escuelas destacan el afecto y el interés que muestran los chicos por su visita, y coinciden en que lo que reciben, siempre, es mucho más de lo que dan.