Puntos de quiebre

Por Sebastián Robles

“Me gustan los hombres, dice él, un tipo ya maduro, con poco más de cuarenta años”. Así comienza “Las palabras”, el primer cuento del libro Animales peligrosos de Juan Cortázar, que se presenta este viernes 5 de diciembre a las 20 hs en Besares, Club de Cultura (Besares 1840, CABA), con la participación de José María Brindisi y Eduardo Muslip. “En la narrativa de Juan Cortázar hay herencias que podrían ser paralizantes, pero siempre hay un impulso por aceptar las leyes del deseo, que terminan por mover la acción”, afirma Muslip en la contratapa. Conversamos con Juan Cortázar acerca de su libro.

¿Hasta qué punto considerás el tema de la identidad como relevante en tu literatura?

Creo que mi interés por escribir está fuertemente ligado a ese tema. Desde que nacemos somos asignados a uno de los extremos que la sociedad reconoce en cuanto a posibles identidades sexuales, y los personajes que me atraen giran en torno a la búsqueda de alternativas, de una sexualidad que responda a sus deseos, a su manera de ser felices. Los personajes de estos cuentos parten del disimulo, del secreto y la postergación para tomar decisiones que marcan un punto de quiebre en sus vidas: un hombre maduro reconoce en voz alta que le gustan los hombres, y esas pocas palabras lo transforman; un adolescente explora con el placer escondido en el dolor a partir de la fascinación con la estatua de un santo; en el subte un hombre se entrega a un pequeño goce al que no quiere renunciar, incluso si lo aparta de quien ama. Un chico trans sale de viaje para poder usar, aunque sea una sola vez, su nombre; un recién casado escarba con incomodidad en las distancias y cercanías entre su matrimonio y el de sus padres. Finalmente, en el cuento que da título al libro, dos curas enamorados hallan una solución extrema para el miedo que les produce la enfermedad y, sobre todo, la separación.

Son así personajes en conflicto, historias de quiebre con lo vivido, donde es clave la expectativa por lo que se podría vivir si uno se atreve. De alguna manera el deseo funciona como gatillo de esa búsqueda, de la construcción de una identidad en la que sentirse uno mismo.

Brindisi, en el prólogo, habla de los relatos como iniciáticos. ¿Cómo los ves vos? ¿Qué lugar ocupa este libro dentro de tu trayectoria como escritor?

Como ficción, son iniciáticos en cuanto que, para los personajes, suponen una revelación, en algunos casos –como en “Las palabras”, el primero de los cuentos- hasta una epifanía sobre la propia identidad, con toda la conmoción e incertidumbre que reconocerla produce. Como escritor, para mí, algo de iniciáticos tienen, es cierto. Aunque publiqué antes una novela corta (Tantos angelitos, Deldragón 2012), algunos de estos cuentos surgieron antes, y en ese sentido son el comienzo de una búsqueda, de un intento por escribir.

¿Qué tiempo te demandó escribir estos cuentos? ¿Cómo fue el proceso?

Los escribí entre 2011 y 2013. Surgieron a partir de mi participación en varios talleres –incluidos los cursos de Casa de Letras, por supuesto-, y a inicios de 2013 tuve un primer grupo de siete u ocho cuentos que parecían dar para un libro. José María Brindisi me ayudó a lo largo de todo el 2013 a darles forma final a varios de ellos, y me acompañó en la escritura desde cero de varios otros. Esos meses fueron de mucho aprendizaje, en el clima de confianza y esfuerzo que José María sabe crear. Hubo mucho esfuerzo de reescritura, con versiones y opciones dando vueltas. Cuando consideramos que estaban listos, salí a buscar editorial. A Angie Morán y Matías Reck de Milena Caserola les gustó el proyecto, y el proceso de edición fue excelente. Estoy feliz con el libro, con el esfuerzo de todos estos años que representa.

Animales peligrosos, publicado por la editorial Milena Caserola, se presenta el viernes 5 de diciembre a las 20 hs. en Besares, Club de Cultura (Besares 1840, CABA). Comentarán el libro José María Brindisi y Eduardo Muslip. Cantará Laura Sosa Aguilar.