En general el clima apocalíptico aparece cuando la construcción social del futuro es un tanto incierta. En los 60′ se imaginaba el año 2000 con autos voladores y robots que ayudaran en las tareas domésticas. Lo cierto es que llegamos al año 2000 y no sólo que todavía no hay nada de eso, sino que aparecieron muchas otras cosas que no imaginábamos como el calentamiento global, las redes sociales, las crisis económicas y sobre todo una enorme entropía en torno al desarrollo de la tecnología. Todo esto, sumado a las visiones religiosas o místicas del fin del milenio, generó una super producción de contenidos estéticos (en algunos casos vintage) que recrean de modo literal o alegórico el apocalisis o fin de los tiempos.
¿Qué obras te interesan en particular y por qué?
Me interesan las obras que plantean un problema sobre cómo abordar el presente. Ya sean películas, libros o series. El film District 9 de Neill Blomkamp plantea una eventual convivencia con extraterrestres pero indirectamente habla del tratamiento demográfico que hacen los estados tercemundistas con la problemática territorial con las villas miseria. O la novela Cocaine nigths de Ballard plantea un mundo de prosperidad en barrios residenciales que se descontrola por sus mismos mecanismos de control que puede tomarse como una explicación de los casos policiales de García Belsunce o Nora Dalmasso que sucedieron en barrios privados argentinos.
¿Cómo será el trabajo en clase?
Los relatos audiovisuales y los literarios ya son la misma cosa. Es muy difícil pensar en uno sin pensar en el otro. Por eso la idea de la clínica es ver cómo trabajan algunos autores un determinado enfoque sobre la recreación estética del apocalipsis. Ver cuáles son sus estrategias, obsesiones y destrezas para luego abordarlas en la práctica con algunos ejercicios de escritura creativa. También vamos a trabajar con un blog como soporte donde se va a volcar el material en formato digital.
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