Por Luciana Czudnowski
De no haber sido por Miguel Ávila, en la esquina de las calles Alsina y Bolívar existiría hoy un gran local de venta de hamburguesas. En 1993, el rumor de que la cadena de comida rápida más famosa del mundo instalaría una sucursal allí llegó a este librero, que decidió recuperar el local abandonado. Hoy la Librería de Ávila es la más antigua de Buenos Aires.
Su historia se remonta a 1785. En ese entonces en el local llamado “La botica” ya se vendían libros, pero también ropa y comestibles. En 1830 comenzó a funcionar la “Librería del Colegio” donde ya se vendían exclusivamente libros, y donde se celebraban sesiones literarias y tertulias a las que asistieron, a lo largo de la historia, personalidades como José Hernández, Bartolomé Mitre y Sarmiento, entre otros hombres ilustres. Parte del desarrollo intelectual y educativo del país se gestó en esta esquina, que fue testigo de alianzas, complots, discusiones y polémicas.
El edificio pertenece al arzobispado de Buenos Aires, y se ubica frente a la Iglesia de San Ignacio, que linda con el Colegio Nacional Buenos Aires (antes llamado Real Colegio de San Carlos).
La librería más antigua de Buenos Aires merece un breve punteo histórico:
– En 1926 se construyó el edificio que se conserva hoy en día.
– En 1939, dentro del local se fundó la Editorial Sudamericana, que compartió el espacio con la Librería del Colegio, y luego la compró en su totalidad.
– En 1967 Editorial Sudamericana vendió la librería a una cooperativa especializada en libros de enseñanza.
– En 1989 se cerró el local debido a una crisis financiera.
– Durante los cuatro años siguientes, la esquina permaneció cerrada, abandonada. Hasta que en 1993 Miguel Ávila inició las reformas para poder reabrir una librería.
Hoy la Librería de Ávila conserva la arquitectura y el encanto de un lugar con mucho pasado. En la planta baja hay una gran selección de libros nuevos. Pero es cuando empezamos a bajar la escalera al subsuelo, que ingresamos en un verdadero túnel del tiempo. Lo único que desentona es una PC (un poco antigua, también, pero PC al fin). El subsuelo se abrió como sector de usados en 1994. Antes había funcionado como depósito. Hoy encontramos una enorme selección de libros antiguos y agotados sobre historia argentina y latinoamericana, indigenismo, antropología, folklore, tango, lingüística, literatura. También hay una gran cantidad de revistas y publicaciones varias como manuales educativos de hace 100 años o iconografías como la del Gral. San Martín.
Las paredes están llenas de historia: cuadros, mapas y fotos de la Buenos Aires de 1810.
Es curioso pensar que un libro que alguna vez fue nuevo y estuvo exhibido en la vidriera de esa misma librería, hoy pueda encontrarse, 100 años después, en su propio subsuelo como un tesoro.
También, claro, hay una mesa de ofertas. En esa mesa podemos encontrar de todo: publicaciones científicas, antiguos atlas del cuerpo humano, la única novela que escribió Sylvester Stallone, la edición de Sudamericana de Teorema, de Pasolini, ediciones viejas de clásicos infantiles, y hasta un manual de divulgación científica de 1938 que explica a las mujeres las funciones ováricas y glandulares y cómo estas influyen en su aspecto físico y en su personalidad. Para los curiosos, esa mesa es un lujo. Pueden encontrar rarezas sobre los temas más diversos y ediciones descatalogadas, hasta algunas reliquias.
Librería de Avila: Alsina 500, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.