El increíble Springer

Por Saija Karonen

El increíble Springer de Damián González Bertolino (Punta del Este, 1980) es una novela de aprendizaje ubicada en Punta del Este a finales de los años 50. El marco de la historia es la transformación de Gastón Springer, el amigo del narrador y protagonista, en “el increíble Springer”. El narrador es un chico de una familia trabajadora de escasos recursos que en el verano suele acompañar a su padre para pescar. Él tiene una amistad con Gastón, un niño enfermizo que desde su nacimiento ha causado mucha preocupación para su familia bien situada. Los padres de ambos chicos apoyan la amistad, y rápidamente se desarrolla una dinámica cotidiana de actividades compartidas, principalmente en la casa de los Springer. Las cosas cambian cuando Gastón sufre una transformación y de golpe crece de una manera poco explicable. Este hecho, aparte de generar preocupación e incomodidad a los padres de Gastón, se convierte en una importante curiosidad en el microcosmos costeño. Otro personaje central en la novela es Ferreira, el enemigo del par de amigos. La historia de la amistad está marcada por los encuentros y desencuentros con Ferreira. El resentimiento hacia Ferreira tiene nociones de envidia, porque si bien Ferreira no tiene madre, y nadie sabe bien a qué se debe eso, su padre tiene una moto BMW y este hecho aumenta su credibilidad. En general, los vehículos juegan un papel importante en la novela y las marcas de los mismos se nombran a menudo. Definen diferentes realidades socioeconómicas y constelaciones familiares. El padre del narrador se mueve en una bicicleta, y luego consigue otra bicicleta usada para su hijo. El padre de Gastón tiene un auto para transportar a la familia y cambia a otro auto simultáneamente con la transformación de Gastón: “el enorme Gastón Springer que en sólo una noche había logrado sacarle dos o tres cabezas de ventaja a su padre, reapareció un mes después bajando de un coche color crema por el que habían cambiado el Saab de siempre”.

El mundo reducido que teje el autor parece creíble. Consiste de los alrededores inmediatos y poco más. La narración no ocurre desde un lugar inmediato sino que se ordena a través de explicaciones, que la acercan a una narración oral: “Esta es la parte de la historia donde reaparece Ferreira. Aunque, en cierto modo, Ferreira siempre estaba presente”. Las constantes y serenas observaciones sobre el clima y las estaciones se entrelazan con bastante naturalidad con las ansias juveniles del narrador: “El deseo de estar con ellos hacía un trato a escondidas con la angustia de saber que llegaría el final de esa primera oportunidad en que mi bicicleta se juntaba con el aire fresco estacionado bajo los cipreses, con el aroma penetrante que bajaba de las copas al calor del sol”. Aunque es la transformación de Gastón Springer en el increíble Springer lo que da el título a la novela, nunca se explica ni nombra la condición médica que padece. ¿Pero tiene eso importancia si la novela presenta la impresión inexacta de los hechos tal y como los observa y entiende un niño? El hecho notable, desconocido e incomprensible sirve al fin y al cabo como un pretexto para narrar una realidad cotidiana de una época, la relación del narrador con su padre, las diferentes familias, las diferentes maneras de las personas de apoyarse y acompañarse mutuamente.

Escrito en el marco del taller Periodismo cultural: teoría y práctica, a cargo de Nicolás Mavrakis.