– Jane Austen corrige los fallos de etiqueta. No se debe olvidar cómo funciona el mundo real. “Dado que Lady H. goza de un rango superior a Cecilia, no sería muy correcto decir que es ella quien debe presentarse. Es Cecilia quien debe hacerlo”. “Un médico rural jamás sería presentado a personas de su rango”.
– Hay que evitar aquellas cosas que no suenan naturales o que no son plausibles.“No me gusta un enamorado que habla en tercera persona; es muy similar al estilo formal que emplea Lord Orville y creo que no es muy natural”,. “He eliminado a sir Thomas del pasaje donde se dirige con los demás a las caballerizas, justo después de romperse un brazo, porque aunque tu padre salió inmediatamente después de que le colocaran su brazo dislocado, creo que es un hecho tan poco usual que aparecería muy poco natural en un libro”.
– Lo mismo sucede con la geografía. “Lyme no es bueno. Está a unas cuarenta millas de Dawlish y no se hablaría de allí”. “Deben emplearse dos días para ir de Dawlish a Bath; están casi a cien millas de distancia”
– Hablar de lugares cercanos o que uno conozca bien, para así saber lo que se está diciendo. “Deja que los Portman vayan a Irlanda, pero ya que tú no sabes nada en absoluto de las costumbres de allí, harías bien en no ir con ellos”
– Los personajes deben comportarse en base a su naturaleza para mantener la coherencia. “Una mujer que, con dos muchachas poco más que adolescentes, se translada a una zona donde no conoce a nadie excepto a un hombre con una reputación no muy buena, es una ligereza que probablemente una mujer tan prudente no cometería”.
– Y sobre todo no deben ser demasiado personajes de novela. “Temo que Henry Mellis se esté convirtiendo en un personaje demasiado típico de novela, un joven hermoso, simpático, intachable, (como no se encuentran en la vida real) perdidamente eneamorado y sin esperanza alguna”.
– No hay que contarlo todo. “Pensamos que las sensaciones pueden expresarse con menos palabras”. “Tus descripciones son a menudo más minuciosas de lo que procede. Proporcionas excesivos detalles a diestro y siniestro”.
Fuente: Cartas de Jane Austen, dÉpoca, Barcelona, 2012.