Libro: Yo serví al Rey de Inglaterra
Autor: Bohumil Hrabal
Género: Novela
Por Juan Francisco González Alonso
Yo serví al Rey de Inglaterra, novela del escritor checo Bohumil Hrabal (1914-1997), narra las memorias del joven camarero Ditie hasta convertirse en propietario de un hotel de lujo, camino en el cual se suceden incansablemente personajes y anécdotas cargadas de humor, ironía y absurdidad. Esbozo de comedia humana, el autor y su protagonista buscan situarse y retratar los acontecimientos importantes de su época, como la ocupación nazi y a posteriori la soviética: “El mismo día que los alemanes fusilaban a los checos, yo estaba aquí jugando con mi sexo para llegar a ser digno de casarme con una alemana”. No es un dato menor que la novela fuese escrita cuando la obra de Hrabal se encontraba nuevamente proscrita por el régimen comunista -ya lo había sido en los años de posguerra-, cuando sin posibilidades de trabajar ni participar de la vida cultural de su país, el autor optó por retirarse a su casa de campo a escribir. Fruto de ese aislamiento, nace en un rapto espontáneo de tres semanas -sin siquiera revisar lo escrito- Yo serví al rey de Inglaterra. Este dato biográfico construye y define el universo narrativo del autor. Las memorias de su personaje no son solamente la crítica a la persecución de una vida de éxito económico y reconocimiento social y una reflexión sobre la propia identidad y la influencia de la mirada de los otros, sino que son también el grito encarnizado de alguien encerrado en una cárcel ideológica, al igual que muchos artistas, científicos, periodistas y funcionarios detractores de los regímenes nazi y comunista. Es el cuestionamiento al poder y sus efectos: el poder que lo sentenció más adelante a publicar sus textos de forma ocasional en tiradas reducidas.
La diatriba de Hrabal se va deslizando así entre las memorias de un joven y ascendente Ditie y las confesiones de un protagonista ya más maduro e introspectivo. En las memorias desfilan personajes de la vida cotidiana (empleados y dueños de hoteles, comerciantes, prostitutas) alrededor de los cuales el joven camarero siempre extrae un aprendizaje que alimenta su ambición. “Al día siguiente veía al mundo de otra forma; poderoso caballero es don dinero”, escribe en referencia a su visita la noche anterior a un prostíbulo. Son las anécdotas las que permiten de esta manera perfilar un primer retrato del joven Ditie y trazar progresivamente su recorrido hacia el éxito, que se corona con una condecoración y el reconocimiento de sus servicios por parte del Emperador de Etiopía.
¿Pero se trata de tener o pertenecer? ¿La pareja Ditie-Hrabal está acaso destinada a transitar una vida de servidumbre social en busca de la pertenencia? ¿Y cómo entonces se delinea el proyecto de un legado? ¿Yo serví al Rey de Inglaterra o al Emperador de Etiopía? Aquí toma la palabra el joven camarero devenido ya un hombre reflexivo y solitario, tal vez un alter ego del autor: “El hombre válido y auténtico es tan sólo aquél que debe retirarse y vivir el anonimato, que sabe desnudarse de la falsa identidad”. Un retiro propicio para sumirse en una conversación consigo mismo. “Primero empiezas a recordar en silencio y ver escenas del pasado, igual que en una película muda, más adelante te diriges a ti mismo, te pides consejos, te haces preguntas, te interrogas y te acusas como un juez y a continuación te defiendes, y de esta manera, charlando contigo mismo, llegas al tema importante, el del sentido de la vida, no de la pasada, sino de la que vendrá, y te preguntas qué relación hay entre el camino que has hecho y el que te queda por hacer, te preguntas si eras capaz de llegar a la tranquilidad mental que tendrás que proteger del deseo de huir de la soledad, de huir de las preguntas y cuestiones fundamentales, y al final te preguntas si tienes suficientes fuerza de voluntad y coraje para hacerte aquella clase de preguntas…”. El autor y su personaje definen así su legado: un “retiro” a través del cual declaran unánimemente no servir jamás a ningún Rey de Inglaterra.
Escrito en el marco del curso Periodismo cultural: la reseña, el artículo y la crónica.