Por Alan Moore
El consejo más grande es: si vas a embarcarte en un proyecto, particularmente en un proyecto artístico, en especial si es la escritura, tratá a la escritura como si fuera un Dios. Tratá a la escritura como si fuera una inmensa y poderosa deidad de la que vos tenés una parte. Tenés que hacer tu mejor trabajo y nada, excepto tu mejor trabajo, va a ser suficiente. Tratala de esa manera, con esa seriedad. Esto no es sólo una carrera. Sí, no lastima hacer dinero con tu escritura o proyectos. De hecho, probablemente sea necesario que ganes algo que te permita seguir escribiendo. Pero lo más importante es la escritura misma. Tenemos bastantes “escritores de carrera”. Recuerdo a J.G. Ballard diciendo, cuando William Burroughs murió: “Él es el último verdadero escritor y nos deja con sólo una carrera de novelista”. Lo cual es una dura crítica. No digo que tenga algo en contra de los novelistas de carrera, gente que sólo lo hace por el dinero. Pero no me interesan. No me gustan esas personas que encontraron una cosa en la que son buenas y dijeron: “Ok, a la gente le gusta esto, me hace ganar dinero, así que haré esto o variaciones durante el resto de mi vida”. Hay una terrible cantidad de escritores a los que les gusta esto, que encontraron su “escritura de oro”. Y lo van a seguir haciendo hasta el fin de la eternidad. Para mí, un buen escritor es aquel que, en cuanto identifica una técnica, la abandona. Sigue adelante con algo diferente, en el momento en que tuvo éxito hace algo completamente diferente. Esa es la única manera de mantenerte vivo como escritor: seguir en movimiento, seguir progresando. Detenerse, en mi opinión, es la muerte. La muerte de la creatividad. Decidir que estás satisfecho con lo que estás haciendo, ahí es cuando probablemente estés acabado como escritor. Mantener esa “urgencia de hambre”, ser consciente de que hay territorio desconocido adelante tuyo, de que hay lugares en los que ningún escritor estuvo antes y vos podrías descubrirlos. Y esperar que seas una persona lo suficientemente desarrollada como para poder explorar esas áreas.