1. No les cuentes a los lectores lo que ya saben sobre la vida.
2. Algunos de los más grandes poemas que se han escrito son sonetos o poemas con no muchos más versos, así que no escribas más de lo necesario.
3. No supongas que eres el único que sufre en el mundo.
4. El uso de imágenes, símiles y metáforas aporta concisión a los poemas. Cierra tus ojos y deja que tu imaginación te diga qué hacer.
5. Recita las palabras que has escrito en voz alta para decidir qué palabra será la siguiente.
6. Lo que estás escribiendo es un borrador al que necesitarás realizar pequeños ajustes, tal vez durante meses, e incluso durante años.
7. Recuerda que al escribir un poema estás construyendo una máquina del tiempo, un vehículo que permitirá a otros viajar por su propia mente, así que no te sorprendas si no te resulta fácil lograr que todas las piezas de ese mecanismo funcionen correctamente.