Por Vladimir Maiakovski
1. La poesía es una producción dificilísima, complicadísima pero es producción.
2. Enseñar a escribir versos no es estudiar la preparación de determinado tipo de obras poéticas, sino estudiar los medios utilizados en cualquier trabajo poético, estudiar los hábitos de producción, que ayudan a crear estos nuevos medios.
3. La novedad del material y de los medios de expresión es indispensable para toda obra poética.
4. El trabajo del poeta debe ser cotidiano, debe trabajar todos los días para mejorar su dominio en la materia y acumular reservas poéticas.
5. Una buena libreta de apuntes, y saber manejarla, es más importante que saber escribir sin cometer errores en alguna métrica anticuada y moribunda.
6. No hay por qué lanzar en marcha un gran taller poético para hacer únicamente pequeños encendedores poéticos. Se debe eludir esa forma irracional de trabajo. Se debe tomar la pluma cuando no tenemos otro medio para expresarnos más que en verso. Hay que escribir ciertas obras únicamente cuando se siente con absoluta claridad el encargo social.
7. Para comprender con justeza el encargo social, el poeta debe estar en el centro de los acontecimientos. Los conocimientos teóricos de economía política, el conocimiento real de la vida, el ambiente, los conocimientos de historia son para el poeta más importantes que los tratados escolásticos que siguen rezando a viejos ídolos y profesores dogmáticos e idealistas.
8 Para el cumplimiento mejor del encargo social, debemos estar a la vanguardia de nuestra clase más progresista, debemos luchar juntos con ella en todos los frentes de combate. Debemos hacer trizas la leyenda del arte apolítico. Este viejo cuento surge ahora bajo un nuevo aspecto, cubierto por la charla de los amplios panoramas épicos (primero épicos, luego objetivos y por último sin partido), hablando del gran estilo (primero grande, luego elevado y por último celestial), etc., etc.
9. Si tratamos al arte únicamente como una producción complicadísima, se eliminará la casualidad, la falta de principios en los gastos y la arbitrariedad en las valoraciones individuales. Al tratar al arte únicamente como una producción se ubicarán las diferentes ramas del trabajo literario con los mismos derechos de existencia; los del verso y la nota del corresponsal obrero y campesino. En vez de reflexiones místicas sobre un tema poético permitirá tratar el problema de acuerdo a una rigurosa calificación
poética.
10. Es imposible darle un valor decisivo y dominante a la así llamada elaboración técnica. Pero, precisamente esa elaboración hace de la obra poética su valor y crea las posibilidades de su utilidad. Únicamente la diferencia de estos medios de elaboración crea la diferencia entre los poetas; sólo el conocimiento, el perfeccionamiento, la acumulación, la diversificación de métodos literarios hace de un hombre un escritor profesional.
11. El ambiente cotidiano tiene influencias también en la conciencia del poeta y en la creación de sus obras como los demás factores de su ambiente. La palabra “bohemia” se ha transformado en un elemento negativo para todo ambiente artístico. Por desgracia, la lucha contra estos elementos se hace sólo con palabras y no con medios. Es un hecho, por desgracia, la existencia de ese clima gastado y conocido de carrierismo literario, de individualismo, de estrechos intereses y mezquindades de círculo, de reemplazo de conceptos poéticos por otros de calidad muy inferior. Hasta el traje del poeta y su conversación con su mujer debe ser diferente y determinada por toda su producción poética.
12. Nosotros, los del L.E.F. (Frente de Izquierda), jamás decimos que somos los únicos dueños de los secretos de la creación poética, pero sí somos los únicos que deseamos descubrir esos secretos, los únicos que no queremos rodear la creación poética con especulaciones de carácter artístico-religiosas.
Fuente: Maiakovski, Vladimir, Cómo hacer versos, Mono azul editora, Madrid, 2009.