Crónica versus periodismo narrativo

Supuestamente hoy se le dice periodismo narrativo a lo que antes se le decía crónica, pero como sucede cuando se le cambia el nombre a algo no siempre es lo mismo y suele esconder la esencia de este cambio. Me parece que la crónica, la que hacían y hacen Pedro Lemebel, María Moreno, Edgardo Rodríguez Juliá, tienen un componente más literario, porque está alejado del periodismo, de lo que es noticia, uno podría decir que es periodismo sólo porque sale en un medio impreso, pero aparte de eso no se inscribe dentro del lenguaje periodístico. Hay además un yo narrativo más fuerte y una prosa en algunos casos hasta barroca, totalmente contraindicada para el ejercicio del buen periodismo de frases cortas y de ir al grano. El periodismo narrativo, en cambio, se inscribe por lenguaje, es decir por convención, dentro del periodismo, de lo que es el espíritu de la noticia, y por lo general son reportajes largos y sin duda bien escritos sobre tal o cual cosa, pero siempre de interés noticioso. El yo narrativo casi no existe, aunque no se puede desconocer que muchos manejan una prosa austera y trabajada, pero nunca llega al exceso, tampoco hay un periodismo narrativo impresionista, por ejemplo, como sí hay una crónica impresionista, hecha de retazos, como la anunciación de algo concreto. Para mí, la etiqueta de periodismo narrativo sirvió para que muchos periodistas se dijeran cronistas, ergo escritores, y con esto no estoy descalificando a nadie, sólo manifestando una opinión.

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Los autores que se leerán serán exponentes tanto de la crónica como del periodismo narrativo en Latinoamérica. Uno podría pensar que hay una línea temporal, donde pasado un año se termina la crónica y empieza el periodismo narrativo, pero la verdad es que si bien eso podría ser una buena aproximación no sería exacto, porque todavía conviven ambos lenguajes, ambos modos de abordar una crónica. Roberto Merino en Chile convive con Leila Guerriero acá. Pero también hay autores más jóvenes como la ecuatoriana Daniela Alcívar Bellolio, que vivió durante varios años en Argentina pero que no es muy conocida, pese a tener libros publicados.

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El taller está destinado a todos los que les interesa la no ficción y en especial la crónica.

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