1. Leé un montón de libros
Asegurate de leer un montón de libros. Pasá más tiempo haciendo esto que ninguna otra cosa (especialmente durante la infancia).
2. Leete como a un enemigo
Tratá de leer tu propio trabajo como lo leería un extraño. O mejor aún, como lo leería un enemigo.
3. No idealices tu vocación
Se pueden escribir buenas y malas frases. No existe el “estilo de vida del escritor”. Todo lo que importa es lo que dejes en la página.
4. Evitá tus debilidades
Pero hacelo sin decirte a vos mismo que las cosas que no podés hacer no valen la pena. No confundas la falta de confianza con desprecio.
5. Dejá que el borrador repose
Dejá un espacio decente de tiempo entre escribir algo y editarlo.
6. Alejate del bullicio
Evitá los grupos, las multitudes. La presencia de mucha gente no hará tu escritura mejor de lo que es.
7. Desconectate
Trabajá sin conexión a internet.
8. Tiempo y espacio para escribir
Protegé el tiempo y el espacio en el que trabajás. Mantené a todo el mundo alejado de él, incluso a los que son importantes para vos.
9. Sé realista
No confundas honores o halagos con logros reales.
10. Contá la verdad
A través de cualquier velo que se te ocurra, pero contala.
11. Resignate
Resignate a la tristeza de una vida en la que nunca estarás satisfecho.
Fuente: Literautas