Por Marco Denevi
“Se sabe del mundo de la realidad por dos medios diferentes: por experiencias personales o por revelaciones ajenas. Si todo se supiera sólo por lo que le pasa a uno, los conocimientos serían muy pobres. Gracias a la literatura, que es la revelación ajena, sabemos mucho de la humanidad. El conocimiento que da la literatura de lo que es el mundo y de las posibilidades del ser humano es infinito.
“Yo tengo un solo propósito al escribir, el de ofrecer un momento de lectura feliz a quienes me lean, que la lectura sea agradable, que leer sea un placer. Hay tanto dolor en el mundo que dar una hora de lectura feliz es toda mi ambición como escritor.”
“Busco comunicar lo que quiero decir. Lograr que mi mensaje le llegue al otro bien clarito, para que se apodere de él y haga con él lo que quiera. Busco que entre el lector y yo no se interponga un texto muerto. Sería ideal que ese lector no se diera cuenta de que lo está leyendo.
“Yo recuerdo lo de Pittigrilli: “No quiero consejos: sé equivocarme solo”. Apenas daría una sugerencia, para que si alguien quiere, la mastique, reelabore y saque sus conclusiones. Y es que no crean en aquello tan dicho y redicho: “Habla de tu aldea y serás universal”. Eso no es verdad. Y corremos el riesgo de que cualquiera considere demasiado importante lo que le ocurrió. O que cualquiera piense que porque cuenta su vida y lo que pasaba en su aldea ya será universal. Shakespeare no oyó el consejo sobre “la aldea”.
Fuente: Entrevistas a Marco Denevi