Por Clarice Lispector
¿Cómo se procesa en ti la creación?
Con papel y tinta. Por lo menos esa es mi receta.
Llegué a la puerta del edificio de apartamentos donde vive Rubén Braga y donde Pablo Neruda y su esposa Matilde se hospedaban – llegué a la puerta exactamente cuando el automóvil paraba y sacaban el grande equipaje de los visitantes. Lo que hizo a Rubén decir: “Es grande el equipaje literario del poeta”. A lo que el poeta retrucó: “Mi equipaje literario debe pesar unos dos o tres kilos”.
Neruda es extremadamente simpático, sobre todo cuando usa su gorra (“tengo pocos cabellos, pero muchas gorras”, dijo). No bromea, sin embargo, con el trabajo: me dijo que se me diera la entrevista esa misma noche sólo respondería a tres preguntas, pero si al día siguiente en la mañana yo quisiera hablar con él, respondería a mayor número. Y pidió para ver las preguntas que le iba a hacer. Completamente sin confianza en mí misma, le di la página donde había anotado las preguntas, esperando Dios sabe qué. Pero el qué fue confortable. Me dijo que las preguntas eran muy buenas y que me esperaría al día siguiente. Salí con el corazón aliviado porque se había postergado mi timidez en hacer preguntas. Pero soy una tímida osada y es así que he vivido, cosa que, si me trae sinsabores, también me ha traído alguna recompensa. Quien sufre de timidez osada entenderá lo que quiero decir.
Antes de reproducir el diálogo, un breve esbozo sobre su carga literaria. Publicó “Crepusculario” cuando tenía 19 años. Un año después publicaba “Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada”, que hasta el día de hoy es grabado, reeditado, leído y amado. En seguida escribió “Residencia en la Tierra”, que reúne poemas desde 1925 a 1931, de la fase surrealista. “La Tercera Residencia”, con poemas hasta 1945, en donde está “España en el corazón”, donde es llorada la muerte de Lorca, y la guerra civil que lo tocó profundamente y lo despertó a los problemas políticos y sociales. En 1950 “Canto General”, tentativa de reunir todos los problemas políticos, éticos y sociales de América Latina. En 1954: “Odas Elementales”, en donde el estilo es más sobrio, buscando mayor simplicidad, y donde se encuentra, por ejemplo, “Oda a la cebolla”. En 1956, “Nuevas Odas Elementales”, con temas elementales que no había tocado antes. En 1957, “Tercer Libro de las Odas”, continuando en la misma línea. A partir de 1958, publica “Estravagario”, “Navegaciones y Regresos”, “Cien Sonetos de Amor”, “Cuentos Ceremoniales” y “Memorial de Isla Negra”.
Al día siguiente en la mañana, fui a verlo. Ya había respondido mis preguntas, infelizmente: pues, a partir de una respuesta, es siempre o casi siempre provocada otra pregunta, a veces aquella a la que se quería llegar. Las respuestas eran sucintas. Tan frustrante recibir respuesta corta a una pregunta larga. Le conté sobre mi timidez en pedir entrevistas, a lo que él respondió: “Qué tontería”. Le pregunté cuál de sus libros le gustaba más y por qué. Me respondió: “Tú sabes bien que todo lo que hacemos nos gusta porque somos nosotros – tú y yo – los que lo hicimos”.
¿Tú te consideras más un poeta chileno o de América Latina?
Poeta local de Chile, provinciano de América Latina
¿Qué es la angustia? –indagué.
Soy feliz –fue la respuesta.
¿Escribir mejora la angustia de vivir?
Sí, naturalmente. Trabajar en tu oficio, si amas tu oficio, es celestial. Si no es infernal.
¿Quién es Dios?
Todos algunas veces. Nada, siempre.
¿Cómo describes un ser humano lo más completo posible?
Político, poético. Físico.
¿Cómo es una mujer bonita para ti?
Hecha de muchas mujeres.
Escribe aquí tu poema predilecto, por lo menos predilecto en este exacto momento.
Estoy escribiendo. ¿Puedes esperar por mí diez años?
¿En qué lugar te gustaría vivir, si no vivieses en Chile?
Créeme tonto o patriótico, pero hace algún tiempo escribí en un poema:
Si tuviera que nacer mil veces