Continúa abierta la inscripción a nuestro curso anual de Literatura Infantil y Juvenil Palabras en Juego, que empieza en septiembre en su modalidad online. Conversamos al respecto con su docente, Verónica Chamorro.
¿Cuál es la diferencia entre la literatura para chicos y la literatura para adultos?
Uno podría pensar que la diferencia radica esencialmente en el destinatario. Sin embargo, más allá de que claramente hablamos de una literatura dirigida a un lector con ciertas especificidades, lo cierto es que la principal diferencia radica en que se trata de una literatura mediada siempre por una mirada adulta, desde el momento mismo de su producción. A diferencia de la literatura para adultos, en la que un adulto escribe para otro que habitualmente escoge y lee por sí mismo la obra elegida, en la literatura infantil la escritura, la ilustración, la edición, el diseño, la impresión, la circulación y en muchos casos la lectura misma de la obra tiene a una serie de adultos que tienen una representación de la infancia en su quehacer, una imagen de “lector ideal” a quien dirigirse, y que le es ajeno.
Cuando leemos o escribimos libros para chicos, necesariamente estamos planteando una idea de infancia. Y la infancia no es un concepto estanco: por mucho que intentemos desentrañarlo, entenderlo… siempre hay algo que se nos escapa. Escribir para chicos es un gran desafío. Pero también es un quehacer hermoso que nos obliga a repensar todo el tiempo cómo miramos el mundo.
Por otro lado, la literatura infantil es esencialmente multidisciplinaria: el poder narrativo de la imagen, el diseño, la materialidad del libro como objeto es diferente a la literatura para adultos, que se asienta sobre todo en la palabra. Por eso, pensar una obra para chicos pone en juego una serie de variables que le son propias. Esas variables enriquecen y tornan más lúdico el trabajo de la escritura, y hace que la creación literaria pueda hacer uso de muchos recursos diversos.
¿Cómo está estructurado el programa de Palabras en juego en su versión online?
El curso se estructura en quince unidades, que se trabajan cada una a lo largo de una quincena. Cada unidad cuenta con una bibliografía teórica sobre un tema particular, escrita por Natalia Méndez, en la que además del abordaje teórico se propone un recorrido visual de diversos libros que ofrecen propuestas destacables y ejemplifican el tema sobre el cual se trabaja. Y también una unidad práctica que invita a la lectura de textos adicionales que ahondan el tema en cuestión, y una consigna de escritura. La primera semana de cada quincena, acordamos un encuentro virtual: un video-chat en el que cada alumno puede realizar consultas sobre las lecturas de la unidad o sobre la consigna de escritura, y en el que aprovechamos para ahondar en el tema de la unidad y ampliar lo dicho en la bibliografía teórica. Hacia el final de la primera semana se habilitan en la web la carpeta para que cada uno suba su trabajo de escritura. La segunda semana se eligen dos trabajos entre los presentados, para que sean reseñados críticamente por el resto de los alumnos. Consideramos que la diversidad de lecturas enriquecen el trabajo de la escritura, y que aprender a hacer y recibir lecturas críticas es un aprendizaje esencial a la hora de dedicarnos a la escritura. Además de estas reseñas, hacia el final de la segunda semana, cada alumno recibe una devolución a su trabajo hecho por la docente, a través de un video. Más allá del video-chat y del video con las correcciones sugeridas, la plataforma cuenta con un foro que permite el contacto permanente, y que invita al intercambio. A pesar de no vernos personalmente, las herramientas técnicas nos permiten construir un ambiente de camaradería que acorta las distancias.
¿Qué textos se leerán durante la cursada?
Los textos que se leen habitualmente durante la cursada son de géneros y autores diversos. Desde textos de teoría literaria y ensayos que invitan al debate o a repensar ciertas cuestiones, hasta cuentos, poesías o libros álbum. Algunos de los autores que abordaremos: Saki, Eduardo Abel Gimenez, Ema Wolf, Graciela Montes, Laura Devetach, Gustavo Roldán, Isol, Roger Mello, entre otros. En cuanto a textos de no ficción y videoconferencias sugeridas: Michel Tournier, Yolanda Reyes, Cecilia Bajour, solo por mencionar algunos.
¿A quiénes está dirigido el curso? ¿Es necesario que los ingresantes cuenten con alguna preparación o formación previa?
Está dirigido a todo aquel que tenga ganas de leer, escribir y pensar libros para la infancia. No requiere capacitación ni formación previa, solamente ganas de jugar con la palabra, y de explorar las posibilidades que nos da la imagen para contar una historia.
¿Cuáles son, desde tu punto de vista, las ventajas del trabajo online?
En estos tiempos en donde vivimos a las corridas, a veces resulta difícil encontrar un espacio y un horario estable para poder conectarse con algo que nos da placer, que nos gusta, que queremos aprender o profundizar. La cursada online brinda la posibilidad de que cada uno acomode el tiempo que le asigna a la lectura y a la escritura en el momento de la semana y del día que más cómodo le resulte, para que el trabajo sea realmente disfrutable. Hoy en día la tecnología nos permite acortar mucho las distancias: el foro, el video-chat, las video-correcciones.
Más información sobre el curso anual online de literatura infantil y juvenil Palabras en Juego.