Por Patrick Modiano
La motivación, el impulso de escribir, para mí siempre parte de una desaparición, construir una búsqueda a partir de ahí. Al origen de Dora Bruder, hubo un aviso de búsqueda que me llamó la atención. Lo encontré hojeando un viejo periódico de época donde las personas desaparecen tan fácilmente… En la fuga de esta chica, también había algo que era cercano a mí. Tuve una especie de intuición, miré de inmediato en el Memorial de Klarsfeld y vi su nombre, sin ninguna otra indicación. Tenía que averiguar quién era esa chica… Llevé a cabo algunas investigaciones, y años más tarde descubrí el aviso de búsqueda, que había leído en 1987. Aquello me perseguía, sin embargo me tomó siete u ocho años consagrarme a ello de verdad. Una cosa me impresionó: cuando miré en el Memorial de Klarsfeld para ver si encontraba rastros de los padres de Dora Bruder, reparé en que su madre acabó en el mismo convoy que la madre de Perec. No había sido deportada al mismo tiempo que su hija porque era de nacionalidad húngara y en aquel momento los húngaros no fueron deportados inicialmente. Fueron deportados sólo más tarde. Esta coincidencia me causó una terrible conmoción, me perturbó mucho.