Por Neil Gaiman
1. Escribí.
2. Poné una palabra después de otra. Encontrá la palabra correcta, colocala en su lugar
3. Terminá lo que estás escribiendo. No importa qué debas hacer para terminarlo, pero terminalo.
4. Dejalo a un lado. Leelo pretendiendo que nunca lo leíste antes. Mostráselo a amigos cuya opinión respetes y a los que les guste ese tipo de texto.
5. Recordá esto: cuando la gente te diga que algo está mal o que no funciona para ellos, casi siempre están tienen razón. Cuando te digan exactamente lo que piensan que está mal y cómo arreglarlo, casi siempre se equivocan.
6. Arreglalo. Recordá que, antes de que alcance la perfección, vas a tener que dejarlo ir y pasar a lo siguiente y comenzar a escribir la próxima cosa. La perfección es como perseguir el horizonte. Seguí adelante.
7. Reíte de tus propias bromas.
8. La regla principal de la escritura es que, si lo hacés con suficiente seguridad y confianza, está permitido hacer lo que quieras. (Esta podría ser una regla para la vida además de serlo para la escritura. Pero definitivamente es cierta para la escritura.) Así que escribí tu historia como necesite ser escrita. Escribí honestamente y contala lo mejor que puedas. No estoy seguro de que existan otras reglas. Al menos no otras que importen.