El miércoles 5 de octubre empieza en Casa de Letras (en modalidad videoconferencia) el taller de escritura creativa “El club de la escritura”, coordinado por Betina Bensignor. Se trata de una propuesta 100% práctica, abierta a la improvisación, el intercambio y el humor, a partir de consignas progresivas que despiertan una diversidad de posibilidades creativas, tantas como participantes. Conversamos al respecto con Betina Bensignor.
¿Qué autores y autoras se leerán en el taller?
Los principales autores que leerán son los mismos participantes. En cada encuentro todos escriben y leen, es una gimnasia constante cuyos resultados los sorprende permanentemente.
Sólo en una de las clases leo fragmentos de poemas de Neruda y un texto de Fontanarrosa. El resto, leemos lo generado durante el encuentro.
¿Cómo será la metodología de trabajo en clase?
La estrategia pedagógica consiste en explorar actividades de una forma descontracturada y tener una experiencia de escritura variada que estimule los potenciales de cada uno. Concebí El club de la escritura hace siete años como un espacio lúdico donde explorar sin riesgos, donde no hay forma de que algo salga mal.
En nuestros encuentros no damos lugar a la hoja en blanco, al bloqueo.
Trabajar a partir de consignas creativas genera un punto de partida. Entonces vamos hacia la escritura sin saber de antemano qué vamos a escribir. En general, cuanto más inmediatamente nos volcamos al papel o a la computadora, más inconsciente es ese proceso, tenemos menos control, no sabemos adónde nos va a llevar la escritura.
En esa escritura inmediata que proponían autores como Ray Bradbury o André Bretón, uno de los iniciadores del surrealismo, es donde expresamos cosas que no prevemos y que recién después, al leer, descubrimos qué estuvimos escribiendo. Sólo es creativo un resultado que desconocemos, si podemos anticiparlo ya no lo es.
Para quienes quieren disfrutar del proceso de escribir es muy importante tener experiencias de juego en la escritura como las que compartimos en este taller, donde nos entregamos por completo y sin preocupación. Nada hay más gratificante que escribir en libertad y sin pensar en el resultado.
Es sorprendente cómo con la misma consigna cada uno escribió algo diferente, cada uno fue a distintos lugares, cada cual con su estilo. Y esto es parte de la estrategia didáctica: el estímulo recíproco entre las producciones de los compañeros.
¿A quiénes está dirigido el taller? ¿Es necesario tener material escrito previamente?
Para este taller no hace falta experiencia previa ni tener textos escritos. Incluso, cuanto más heterogéneo es el grupo en cuanto a edad y experiencia con la escritura, más enriquecedor resulta. Los más jóvenes se sorprenden de lo que relatan personas mayores y viceversa. Los más experimentados disfrutan de la osadía de los principiantes.
Para la creatividad no hay condiciones: todos tenemos un potencial creativo que podemos entrenar, eso es lo que desarrollamos en este taller. Me gustaría ilustrarlo a partir de las voces de los protagonistas:
“La primera palabra que nace es “disfrute”. Disfruté tanto de mi propia producción como la del grupo.”
“Me sentí libre, se me abrieron caminos, una experiencia excelente, enriquecedora.”
“Me encantó, me divertí muchísimo, me emocioné, me sorprendí, me alivié. Resoné con los compañeros y comprobé que los mundos posibles se multiplican en buena compañía.”
Siempre digo que “el texto manda”, lo que nosotros tenemos que hacer es corrernos para dejarlo aflorar, interferir lo menos posible en ese proceso. Dejo abierta la invitación a vivir esta experiencia.
Más información sobre el taller de escritura creativa “El club de la escritura”.