Por Augusto Monterroso
Hay escritores que solo han vivido de los libros, solo han sido lectores asiduos de libros. Entonces reflejan lo que vivieron en la literatura. No quisiera mencionar nombres. Por otra parte hay los que viven más y que han tenido poco contacto con los libros o la literatura. En fin, depende de escribir bien.
En el presente nunca se sabe quién es buen escritor o quién es malo. Es una ilusión que mucha gente tiene cuando juzga la literatura desde su tiempo. Es el tiempo futuro el que dirá si determinado escritor era bueno o malo. En el momento presente hay mucha dificultad, porque la circunstancia que se está viviendo hace que determinado género de literatura coincida con el gusto del público o con una determinada circunstancia política. El buen escritor sería aquel que conjunte el oficio con un buen conocimiento del ser humano y de las relaciones entre los seres. Entre más permanente o profundo sea este tipo de observación, mayor será su habilidad para transmitirlo. Esto es lo que podría ir conformando la idea de un buen escritor: fuera de las modas, fuera de las circunstancias sociales o políticas y del gusto que existe en ese momento.
[La literatura] tiene una finalidad muy engañosa. Todo esto es engañoso, todo es una ilusión. La literatura puede tener muchas finalidades, conscientes o inconscientes. Puede ser que un escritor quiera expresarse artísticamente o que tenga finalidades políticas o ganar dinero o desahogarse o vengarse.
Es decir, las finalidades de cada escritor son múltiples. Pero la finalidad de la literatura en general no creo que sea más que la de comunicar una expresión estética o de emociones. Esta expresión se refiere tanto al que la hace como al grupo o la sociedad al que pertenece. El escritor, en este sentido, podría ser inconscientemente el vocero de la sociedad en que vive. Inconscientemente expresa las preocupaciones de esa sociedad, al mismo tiempo que expresa las suyas. El escritor también puede ser un vocero consciente, y entonces se puede convertir en un filósofo.