Por Alice Munro
Creo que probablemente la parte más difícil sea en donde tienes que ir revisando la historia y te das cuenta de que es mala. La primera parte, la excitación, la segunda, muy bien, pero entonces te levantas un día y piensas “qué tontería” y es cuando realmente tienes que ponerte a trabajar en ella. Y para mí, siempre sentí que eso era lo correcto, era mi culpa que la historia fuera mala, no era culpa de la historia.
[Se cambia] trabajando mucho. Trato de buscar una mejor manera de explicarlo. Tienes a los personajes a los que no les has dado una oportunidad, y tienes que pensar en ellos o hacer algo diferente con ellos. En mis primeros tiempos, tenía a una prosa floreada, y gradualmente aprendí a quitarlo del camino. Así que tienes que pensar en ella, y encontrar más y más de qué trata la historia, lo que tu creías entender al principio, pero que en realidad, tenías mucho que aprender de ella.
Cuando era joven tiraba todas [las historias]. No tengo idea, pero no he hecho eso en años recientes. Generalmente sabía que era lo que tenía que hacer para darles vida. Pero puede haber todavía lo que yo creo que es un error y simplemente tienes que olvidarte de ello.