Cuando era adolescente escribía historias pequeñas, y casi todas tenían un poco de magia en ellas. Un tiempo después publiqué un cuento en la revista Seventeen que era bastante sombrío y no tenía nada de magia.
Creo que muchos escritores tienen miedo de lo que saben y sienten, y escriben de cosas sobre las que no tienen mucho conocimiento ni sentimientos. Es una manera de sentirse más seguros. Como profesora, tenés que enseñarles a ubicarse de manera que escriban desde el centro de sí mismos. Básicamente, la manera sentimental de decirlo sería: escriban desde el corazón. Se trata de escribir sobre lo que te importa. A menudo, a muchos no les importa sobre el tema que escriben y es un gran error. Pero una vez que empiezan a hacerlo, mejoran. Uno debe escribir sobre lo que sabe, sobre el mundo y lo que le importa en la vida. No hay que darle la espalda a eso. Pero es aterrador escribir sobre las cosas más importantes que vos sabés. Y sobre lo que te interesa. Pero es algo que tenés que hacer si vas a escribir.