Por Bernhard Schlink
Hay un autor que dice que “nada es más poliformo que el amor”. Hay amores que funcionan y se pueden lograr, y cómo funcionan, perduran. También hay amores que funcionan y que no perduran. Asimismo hay amores que, desde el principio, vienen ligados a la infelicidad y al fracaso. Creo que hay gente que puede amar mejor y otros que tienen dificultades para amar, y hay personas, como el protagonista del libro [Mujer bajando una escalera], que aprenden a amar muy tarde.
(…) Creo que en las decisiones importantes de nuestra vida no hay algo que sea correcto ni equivocado. Vivimos de una determinada manera, podríamos haber tenido vidas distintas de las que tenemos. En este juego con las posibilidades nos vemos en lo que hacemos y también nos vemos en lo que no hicimos y hubiéramos podido hacer.
(…) En realidad la literatura tiene que ver con las múltiples posibilidades que tiene el ser humano, y la justicia con los límites del derecho. La literatura que escribo siempre trata problemas morales, las consecuencias de responsabilidades y culpas, que si bien son temas de la justicia me gusta abordarlas en novelas y cuentos. Y el proceso de escribir también tiene similitudes en ambos ámbitos, donde hay una búsqueda evidente de claridad.