Por Sebastián Robles
El 21 de abril de este año comienza en Casa de Letras la cursada del programa Escrituras de la no ficción: Viajes, biografía, autoficción, crónica, ensayo novelado, a cargo de la escritora Cynthia Rimsky. Conversamos con ella sobre el nuevo programa, de un año de duración.
¿Qué aspectos de la escritura de no ficción tuviste en cuenta a la hora de elaborar el programa?
Los teóricos no se han puesto de acuerdo en las características propias de la no ficción, se habla de un pacto autobiográfico entre autor y lector, de la imposibilidad de narrar el YO puesto que la identidad e incluso el autor está en cuestión, otros se preguntan qué es lo real. Dentro de esta espesura existe un territorio que va entre la ficción y la no ficción, entre lo imaginario y lo real, aguas movedizas con fronteras difusas… pero hay algo concreto: los materiales.
Es una literatura que incorpora materiales reales y donde los escritores se convierten en lectores de esos materiales; diálogos recogidos al azar, testimonios, imágenes, fotos, viajes, antiguos diarios, certificados, libros de otros autores, cartas, documentos jurídicos, mapas, apuntes. Por medio de la lectura y de ciertas operaciones o procedimientos literarios, estos autores transmutan esos materiales reales en textos imposibles de clasificar en los géneros tradicionales. Más que un libro, lo que construyen es una búsqueda, un camino ramificado y una forma de avanzar (generalmente, no en línea recta). En el trayecto, no solo se transforman los materiales, sino las ideas originales con las que se partió. En ese sentido, el libro no es el producto terminado, sino el proceso de su construcción. Por ejemplo Rodrigo Rey Rosa en El material humano comienza visitando el recién descubierto Archivo de la Policía Nacional de Guatemala, un día le prohiben volver sin ninguna explicación. ¿Cómo sigue? ¿Qué relación tiene ese descubrimiento con su propia historia? ¿Cómo lo apela el descubrimiento del horror que se cometió en su país? Es apasionante ver cómo lo soluciona. O Emmanuel Carrére en El Adversario, reconstruye la vida de un hombre que mintió sobre su identidad y que se convierte en un asesino para resguardar esa mentira. A la mitad de su investigación, el narrador se pregunta si acaso no está ensalzando el crimen. O Alejandro Zambra en Mis documentos revisita la historia de Chile a partir del ingreso de la computadora en su vida. O Patrick Modiano en Libro de familia reconstruye su biografía a partir de la ausencia del nombre de su padre en la libreta de familia. Y, por supuesto, Walter Benjamin con sus relatos de viaje y de infancia o los ensayos novelados de George Sebald, por ejemplo, en Paul Bereyter (Los Emigrados), se entera de que su profesor de primaria se suicidó y vuelve a su pueblo natal para comprender por qué lo hizo, sin embargo, una de las pocas informaciones reales que se tienen de Sebald indica que en ese momento él estaba en Inglaterra y no en su pueblo. Y así…
¿Cuál es el enfoque del curso?
El curso no está definido como un curso académico, tampoco como un curso de técnicas. El enfoque es la experiencia, los participantes harán la experiencia de trabajar con materiales reales para ir construyendo una búsqueda que los llevará lo más lejos que quieran ir en ese espacio fronterizo entre la ficción y la no ficción.
¿Qué géneros serán abordados?
Abordaremos la auto y biografía, el ensayo novelado, el diario, la crónica y los relatos de viajes y la auto ficción. Sin embargo, en la practica, estos géneros no van puros sino combinados, por lo que sería una ficción establecer separaciones tajantes. Vamos a leer teoría sobre estos géneros por separado para, posteriormente, en la práctica, establecer nexos entre ellos, por ejemplo, alguien encuentra entre los papeles de su familia, un mapa de Buenos Aires con indicaciones en los márgenes sobre un lugar en Barracas que fue una fábrica. ¿Qué es lo que construye a partir de eso: la biografía del tío obrero, la biografía faltante de la persona que encontró el mapa, un relato de viaje sobre ese trayecto y el actual, un ensayo novelado sobre la vida de los obreros de Barracas, una autoficción?
¿Cómo será el trabajo en clase?
Son tres horas. Un primer bloque está dirigido a leer libros o fragmentos escogidos de autores que hicieron el camino de la no ficción o que la pensaron; una lectura como señala Barthes, levantando la cabeza del texto para pensar, para entender qué nos resuena, qué abre en nosotros, qué mueve, cómo se relaciona lo leído con nuestra experiencia. Por otra parte, analizaremos las estrategias que siguieron estos escritores en sus textos, cómo los construyeron, qué decisiones fueron tomando o dejando de lado.
En el segundo bloque se discutirán colectivamente los escritos que resulten de los ejercicios que se darán clase a clase. La idea es comentar estrategias, ver nuevos caminos, espesar la escritura, señalar planos posibles, profundizar las asociaciones, abrir, abrir , abrir. Como dice Flannery O`Connor, “la única manera, creo, de aprender a escribir cuentos es escribirlos, y luego tratar de descubrir qué es lo que se ha hecho”.
Paralelamente, los participantes llevarán un diario donde irán apuntando detalles de su cotidianidad y reflexiones sobre su proceso creativo, sobre los problemas y cuestiones que surjan de sus búsquedas, en la idea de que cuando uno está obsesionado con algo, eso va filtrándose en la vida cotidiana y viceversa. ¡Y en una de esas salta la liebre!
¿A quiénes está dirigido el programa? ¿Es necesario tener algún conocimiento en particular?
El programa está dirigido a personas que les interesa trabajar con materiales reales y abrir posibilidades, combinatorias, que les interesa asumir la escritura y la lectura como un proceso de búsqueda para encontrar en el camino lo que se quiere contar. En ese sentido, se requiere de personas abiertas, pacientes, que les guste “leer” el mundo en sus fragmentos, personas curiosas (os) dispuestas a errar el camino y volver a comenzar. Este no es un camino lineal y como toda búsqueda, no sabemos adónde va a llevar.