Por Roald Dahl:
1. Debe de tener una imaginación viva.
2. Debe ser capaz de escribir bien. Esto significa que “debe de ser capaz de hacer que una escena cobre vida en la mente del lector”.
3. Se debe tener energía. En otros términos, uno debe ser capaz de atarse a lo que hace y no abandonarlo jamás, hora tras hora, día tras día, semana tras semana, mes tras mes.
4. Tiene que ser un perfeccionista. “Nunca debe darse por satisfecho con lo escrito hasta que lo haya reescrito una y otra vez, haciéndolo tan bien como le sea posible”.
5. Debe poseer una gran autodisciplina. “Trabaja usted a solas. Nadie le tiene empleado. Nadie le pondrá de patitas en la calle si no acude al trabajo y nadie le reñirá si usted hace el vago”.
6. Es una ayuda tener mucho sentido del humor.
7. Debe tener cierto grado de humildad. “El escritor que piense que su obra es maravillosa, lo pasará mal”.
Fuente: “Racha de suerte. Cómo me hice escritor” en Dahl, Roald, Cuentos completos, Alfaguara, Barcelona, 2013.