Por Sebastián Robles
“En 2001, yo estaba en la lona”, inicia su relato Juan Carlos Nan, alumno de la Escuela de Escritura Online de Casa de Letras. La solución que encontró, en ese entonces, estaba en su computadora. “Mandé mails donde ofrecía mis servicios como dibujante técnico a cientos de empresas en Estados Unidos y otros países. Hoy, hace más de diez años que trabajo con ellos. No nos conocemos las caras. Hago todo por internet”.
En noviembre de este año, el cuento “Los largos” de Juan Carlos Nan fue distinguido con el primer premio en el primer certamen literario de Cuento y Poesía organizado por la Comisión de Cultura del Consejo Consultivo Comuna 11, en Villa Devoto. Consultado acerca de qué lo impulsó a enviar el cuento al concurso, Juan Carlos Nan señala: “Creo que la necesidad de dar un paso más, salir de mis lectores habituales: mi círculo de amistades, o como pasó este año, de las video-correcciones de Ariel Bermani.”
La escritura no es una vocación reciente en Juan Carlos Nan, ni un deseo postergado. En el año 2010, la directora teatral Beatriz Amábile llevó a escena el espectáculo “Las palabras y su encanto”, basado en sus textos. Por esa misma época, con un amigo, se dedicó a vender poemas de su autoría en la línea D del subte, en el recorrido Congreso de Tucumán-Catedral. Acerca de esa experiencia, Juan Carlos recuerda: “Vendíamos bastante. Después salíamos en 9 de Julio y reventábamos la plata en Güerrin”.
Acerca del proceso de escritura del cuento premiado por la Comuna 11, Juan Carlos Nan aclara: “En realidad está contenido en un contexto mayor. Durante el año 2011 enviaba a mis amigos los domingos a la noche un PowerPoint con escritos de mi autoría. Por lo tanto estaba durante la semana muy atento a las ideas que pudieran surgir. En una reunión familiar con mi hermana y hermano recordábamos los veranos en San Juan y los viajes en tren. Le escuché decir a Borges refiriéndose a la infancia: “Aquel tiempo en que uno era feliz y no lo sabía”. Esos recuerdos siguieron dando vueltas por mi memoria y me pasó algo que ha sucedido muchas veces: las ideas literarias me surgen cuando estoy pensando en otra cosa, por lo general en algo del trabajo.”
Con respecto al premio recibido, y a la importancia de los premios sobre la producción literaria, declara con sensatez: “No podría generalizar porque es el primer concurso al que me presento, en mi caso fue un estimulo importante para confiar en mi trabajo.”
Ya lejos de los escenarios y los subtes, hoy Juan Carlos Nan –un profundo conocedor de vinos y de cine– pasa la mayor parte de su día en internet. Quizás por eso resulte natural que su actual producción literaria, con el mismo sesgo entusiasta e imaginativo que lo caracteriza desde siempre, se encuentre enfocada en la deep web, un tema muy poco explorado por la narrativa local.