Este jueves 15 de septiembre a las 20 hs, en el marco del Festival Internacional de Cuentacuentos “Palabras más, palabras menos”, el grupo de narradores De letras y voces presentará el espectáculo de narración oral “Virginia Woolf en concierto”. La obra cuenta con Dramaturgia y Dirección de Blanca Herrera y Cecilia Sorrentino, y está inspirada en la obra y en la vida de Virgina Woolf. Conversamos con Blanca Herrera al respecto.
¿Qué desafíos les generó adaptar las páginas personales de Virginia Woolf al lenguaje de la narración oral? ¿Qué se pierde y qué se gana en este tránsito?
Cuando concebimos el espectáculo, Cecilia Sorrentino y yo imaginamos un concierto en que se alternaría la lectura con la narración de las ficciones de la autora. Los pasajes de la obra en los que Virginia “habla” de sí misma y de su historia personal como mujer y escritora son leídos textualmente, para no alterar su voz ni el fluir literario con el que mira y reflexiona sobre la vida y sobre la creación literaria.
¿Qué les sedujo de estos textos de Virginia Woolf en particular?
La selección de los textos que componen el espectáculo está en línea con los grandes temas que atraviesan su vida y su obra:
– la madre y su lugar en la experiencia de la infancia,
– la sociedad victoriana en la que creció y vivió su juventud,
– el lugar de las mujeres en el contexto patriarcal de comienzos de Siglo XX,
– el proceso creador: Virginia es una mujer que vive a través de su escritura,
– la guerra y su poder destructor,
– el agua, medio en el que fluye su vida y su obra,
– el suicidio y la muerte.
Su diario y sus memorias se tejen a lo largo de la obra con fragmentos de su novela “Al faro”, y sus relatos “El vestido nuevo”, “La presentación”, “El legado”, “Tres escenas”, “La muerte de la polilla” y “La fascinación del estanque”.
La obra se presenta como un concierto de cámara a cinco voces. ¿De dónde surge esta analogía? Una obra de narración oral, ¿se parece más a un espectáculo de música o a un espectáculo teatral? ¿Es una combinación de ambas artes, o tiene un lenguaje con reglas propias?
La narración oral como arte y disciplina es, por un lado, una manifestación teatral: hay en ella convivio, es decir hay presencia de personas en un mismo espacio en un mismo tiempo, sin intermediación de ningún tipo entre narrador y público. Y a la vez se asiste a algo que es un mundo otro del mundo cotidiano, un mundo poético. Sin embargo, aún conformando un acontecimiento teatral, la narración oral tiene reglas propias: se establece una conexión visual e intensa con el espectador, una suerte de complicidad en la que la historia se construye entre ambos; hay una austeridad en los recursos escénicos, el narrador despliega la historia esencialmente con su voz y la gestualidad de su cuerpo.
Para dar un ejemplo simple, si se representa en el teatro “Romeo y Julieta”, la compañía teatral nos traerá a través de la escenografía el lugar en que se desarrolla el drama, y dos actores tomarán los roles de los personajes de la historia. Si un narrador nos cuenta “Romeo y Julieta”, nos trasladará a través de su voz y de su gestualidad hacia la Verona en que ocurrieron los hechos y nos mostrará con esos mismos recursos el carácter y las acciones de los personajes que habitan la historia.
El nombre del espectáculo está ligado a una idea de puesta en escena que muestra a cinco narradoras como en un concierto de cámara. La escritura de Virginia Woolf nos coloca frente al desafío de encontrar en sus interpretaciones una polifonía de temas, voces, ritmos.