Por Oscar Wilde
Es mejor no ser distinto a tus semejantes. Los feos y los estúpidos tienen la mejor parte en este mundo. Pueden sentarse tranquilamente y contemplar la representación con la boca abierta. Si nada saben de victorias, al menos se libran de conocer la derrota. Viven como deberíamos hacerlo todos: en paz, indiferentes y sin ninguna inquietud. Ni causan la ruina de otros, ni la reciben de manos ajenas. Los hombres se casan por cansancio; las mujeres por curiosidad; y ambos resultan decepcionados (no creo que me case. Estoy demasiado enamorado).
Es la personalidad, no los principios, lo que mueve los tiempos.
Con un frac y una corbata blanca, cualquiera, hasta un agente de bolsa, puede lograr que se le califique de civilizado.
Siempre nos malinterpretamos a nosotros mismos y rara vez logramos entender a los demás.
Sólo discute el que se encuentra perdido intelectualmente.
Nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y el pecado que un día cometimos con pesadumbre de nuevo lo cometeremos muchas otras veces, y con alegría.
Sólo hay una cosa en este mundo peor que el que hablen de uno, y es que no lo hagan.
Todas las precauciones son pocas cuando se trata de elegir enemigos. Yo no tengo ni uno sólo que sea estúpido.
Fuente: Culturamas