Después de la presentación de la novela Los árboles de Hugo Corra Luna, que se realizó el 10 de noviembre en la librería del Fondo Arnaldo Orfila Reynal, nos acercamos a Flavia Pantanelli, editora (junto con Mauro Lo Coco, Santiago Castellano y Adriana Romano) de Modesto Rimba. Conversamos con ella acerca de la editorial, los libros publicados y los próximos proyectos.
¿Cómo fueron los inicios de Modesto Rimba?
Modesto Rimba comenzó a trabajar hace cuatro años en Buenos Aires. Los iniciadores del proyecto fueron Mauro Lo Coco y Santiago Castellano. Dos años después nos incorporamos Adriana Romano y yo. La idea desde el principio fue publicar escritura madura, cuidando mucho el libro desde la edición y el diseño. Fue así que en 2015 se presentaron los primeros seis libros en sociedad: cuentos, novelas y poemas de mucha calidad literaria; autores noveles todos de distinta procedencia, edad, trabajo o formación académica. Un tiempo después el equipo de trabajo se agrandó con incorporación de un departamento de primera lectura, editores, correctores, distribuidores. En estos cuatro años hemos trabajado sin prejuicios ni preconceptos, así fuimos armando un catálogo plural y de calidad y pusimos en relación autores de primera obra con autores consolidados en provincias como Tucumán, Santa Fe, Córdoba, Misiones, y CABA y residentes en el exterior. En Modesto Rimba todos nuestros libros son tratados con la misma seriedad y compromiso, porque todos los textos llevan un cuidadoso trabajo de edición. También fue un trabajo de desarrollo de diseño, algo en lo que Modesto Rimba logró una identidad reconocible en un tiempo muy corto, casi inmediato. Otra cosa que caracteriza nuestros libros son sus anexos: todos los libros incluyen un texto final escrito por otro autor, que dan la posibilidad de un aprovechamiento mejor del libro, si es que el lector desea tomarlo.
¿Qué criterios adoptan a la hora de elegir nuevos títulos para el catálogo?
Los criterios de selección de nuestros títulos son variados pero, en todos los casos, influye el hecho de que la escritura esté madura y de que el libro aporte algún elemento que, a nuestro criterio, sume algo que está faltando en la escena local. Puede ser humor, o un cierto trabajo con el lenguaje o un riesgo que el autor toma con respecto a la estructura o a la temática. Tenemos muchas solicitudes de lectura, este año casi trescientas. Modesto Rimba se interesa en publicar los libros que, a nuestro criterio, faltan. En ese sentido, contamos en el catálogo con primera obra de gente muy joven pero también de autores de edad avanzada, primeras obras que son premiadas en concursos internacionales y que funcionan muy bien en el público general o en escuelas, como el caso de Las Marrapodi, El ángel de los techos o Un tiempo. Nos alegra mucho ver caminar esos libros y no nos hacemos la menor pregunta sobre si ese autor volverá a escribir otra novela o cuándo. En este momento su obra es esa, es excelente. Y eso nos basta. Y ponemos esos libros en nuestro catálogo en relación con otros libros de autores de renombre en capital, en provincias o en el exterior. Todo nuestro catálogo es de literatura argentina, contemporánea. Dentro de los proyectos, en 2018 publicaremos nuestras primeras traducciones y pretendemos impulsar más el rescate de obra. Como editora, me interesa mucho la literatura de mujeres que, ya sea por contexto histórico, por afiliación política o por prejuicios de género, han quedado silenciadas, opacadas u olvidadas. Propuse, entonces, recopilar la obra de Fina Warschaver como proyecto de rescate. A Modesto le super interesó. Este año trabajamos fuertemente en esta obra que posiblemente el año que viene se publique.
¿Cuáles son los proyectos de la editorial para 2018? ¿Podés adelantarnos algunos de los nuevos lanzamientos?
El año 2017 fue un poco convulsionado para nosotros, por razones personales y porque fue la primera vez que tuvimos nuestro propio stand en la feria del libro, que fue un trabajo mayúsculo y un aprendizaje a marcha forzada que en un punto pensamos que no podríamos sobrellevar. Pero lo hicimos y vamos llegando a fin de año con la alegría de ver los proyectos cumplidos, y sobre todo bien cumplidos, como la semana pasada, que presentamos el libro Los árboles de Hugo Correa Luna en la librería del Fondo. Antes de fin de año presentaremos también títulos de poesía y de narrativa, en capital y en Rosario. Son libros que nos llenan de orgullo, por la potencia de la escritura como por la innovación: son textos que se alejan del trillado camino del medio. Durante el verano nos tomaremos unas merecidas vacaciones. Ya tenemos el plan de acción para 2018 consensuado entre todos. A nuestra vuelta nos espera un hermoso libro de no ficción: una serie de estudios críticos de la Lic. Cristina Iglesia y, en narrativa, entre otros, un texto intergénero que es un cross a la mandíbula tanto por la dureza del tema como por la solidez y belleza de la escritura. También nos espera una nueva edición de la Feria del libro y algunas sorpresas más. Pero primero, un descanso prolongado, para renovar energías. Nuestro objetivo para 2018 es, primero que nada, consolidar lo conseguido y en la medida de que el país lo permita, crecer.