Coordina: Julián Varsavsky
Duración: 6 encuentros
Día y Horario: viernes de 18.30 a 20.30hs
Inicio de clases: 14 de octubre
Modalidad: Videoconferencia en vivo
Quien se hace cronista viaja en “modo esponja”, absorbiendo todo lo que pueda, seleccionando y descartando in situ el material para sus relatos. Además, intenta ver e interpretar lo que otros no ven y trata de responder el porqué de lo que ve: claramente, el cronista no está de vacaciones.
Uno de los objetivos es que cada participante produzca la crónica de un viaje, que se irá puliendo en un ida y vuelta semanal con el coordinador y también entre los participantes. Está contemplada también la práctica de ejercicios cortos y sencillos de narración y descripción.
La escritura de textos se acompañará con la lectura de crónicas de grandes maestros del periodismo narrativo: Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Tomás Eloy Martínez, Juan Villoro, Ryszard Kapuscinski, Martín Caparrós y Leila Guerriero.
Fundamentación:
Partimos de una premisa: el periodismo narrativo se aprende o se afina al escribir y leer en paralelo, de manera fragorosa. La lectura de los grandes cronistas es pura fruición y materia inspiradora; mientras que la escritura propia puede ser agotadora y tortuosa, coronada quizá por un goce final.
La situación de viaje periodístico obliga a activar los sentidos en “modo radar”, colocándonos seguido frente a la instancia medular de la crónica: lo inusual y el encuentro con el otro, inmerso en su cosmovisión. Ese choque inevitable se va amortiguando a medida que se indaga en lo subyacente de cada cultura, haciendo brotar la materia útil para un relato que no se limite al dato fáctico y los meros hechos. Y para esto no hace falta ir lejos: en el lugar más inesperado, cerca de casa, pueden surgir el personaje o la vivencia convertibles en un gran relato.
Una cosa es informar lo que vemos y otra casi opuesta es narrarlo. A diferencia de la noticia, la crónica reconstruye una vivencia en la mente del lector apelando a los cinco sentidos: “las cosas ocurren dos veces: en los hechos y en la representación de los hechos que nosotros hacemos como cronistas”, dice Juan Villoro. La noticia envejece rápido; pero una crónica bien trabajada puede durar siglos.
El taller está pensado para periodistas, estudiantes y graduados en Ciencias de la Comunicación u otras ciencias sociales, y para todo aquel con inclinación por la lectura y la escritura de crónicas de viaje.
Módulos del taller:
1- Viaje a la semilla.
Heródoto como el primer cronista de la historia. Ryszard Kapuscinski: alma y paradigma del cronista viajero riguroso y medular. Entender, sintetizar y comunicar la complejidad de los lugares de viaje.
2– El otro y sus razones.
La antropología como herramienta para la crónica. Estudio de crónicas actuales sobre China, Japón, Bolivia y Jujuy que incluyen la problemática antropológica. La búsqueda de lo subyacente en las culturas a través del análisis del discurso y el comportamiento “del otro”. La obra de antropólogos cronistas. Entrevista a Axel Nielsen.
3– Urbanismo y semiología arquitectónica
Técnicas para interpretar el lenguaje de la arquitectura (análisis de los rascacielos Taipéi 101, Las Siete Hermanas de Stalin y Brasilia).
4– Cómo contar “la belleza” y la aspereza del paisaje sin morir en el intento.
Las formas de abordar la descripción del paisaje: las cataratas, los glaciares, las estepas patagónica, mongola y siberiana, la selva, los desiertos de Atacama y Gobi, los salares, los pantanales de los Esteros del Ibera, los desiertos triásicos de Talampaya e Ischigualasto, el Delta de Tigre, el paisaje nevado, la aridez volcánica de La Payunia mendocina, la dolorosa belleza de las soledades de la Puna, la Pampa Húmeda, la floración de los cerezos en Japón, la playa caribeña y el paisaje submarino. Práctica de descripción de paisajes.
5– El relato de la acción “aventurera”.
La vivencia activa del viaje: Cómo contar un vuelo en globo, parapente, planeador y helicóptero. Las etapas de un trekking por el Himalaya o en El Chaltén, un cruce de los Andes a caballo, una navegación por la Antártida, una travesía en camello por la Ruta de la Seda, una remada en kayak o rafting, la sensación de bucear, escalar y saltar en paracaídas. La vivencia de dormir en un hotel cápsula de Japón o en una tienda nómada en Mongolia. El viaje en tren (el Transmongoliano).
6- Asia como laboratorio de la posmodernidad. Realidad virtual y cosmovisión campesina.
Análisis comparativo de trabajos sobre Japón, Corea del Sur y China por los cronistas Juan Villoro, Martín Caparrós, Juan José Millás y Julián Varsavsky, pasados por el tamiz de la obra filosófica de Byung Chul-Han y su modelo del “panóptico digital”. El viaje posmoderno como posibilidad de viajar sin desplazarse. Robótica e Inteligencia Artificial.
Bibliografía
Ryszard Kapuscinski, “Viajes con Heródoto” (2004), “Ébano” (1998), “Imperio” (1994), “Los cinco sentidos del periodista”, (2003)
Apuntes sobre el manejo de la escena, Alberto Salcedo Ramos (Fundación García Márquez para el Nuevo Periodismo FNPI)
Jorge Luis Borges, “Atlas”, (1984)
Martín Caparrós, “El Interior” (2006), “El Hambre” (2014), “Una luna” (2009), “Lacrónica”
Juan Villoro, “Arenas de Japón”.
Leila Guerriero, “Filipinas: un viaje al otro lado del mundo”
Gabriel García Márquez, “De viaje por Europa del este” (2015)
Alejo Carpentier, “Letras y solfa” (selva venezolana de Canaima y la Gran Sabana)
Julián Varsavsky, “Japón desde una cápsula” (Adriana Hidalgo Editora 2019) – Dos caras de una misma Corea (Ediciones Continente) –Viaje a los paisajes invisibles: de Antártida a Atacama (inédito; fragmento)
Leonardo Padura, “El Viaje más largo” (2013)
Nigel Barley, “El antropólogo inocente” (1989)
John Hersey, “Hisoshima”
Saint-Exupéry. “Tierra de hombres”
Fernando Chueca Goitia, “Breve historia del urbanismo”
Italo Calvino, “Las ciudades invisibles”.
Roberto Herrscher, “Periodismo Narrativo: Cómo contar la realidad con las armas de la literatura”